Consejos para prevenirlos y cómo actuar este verano
En verano, llegan las primeras oleadas de calor, en las que se prevén días consecutivos de temperaturas elevadas. Ante esta situación, el Colegio de Veterinarios de Girona recuerda que, en el caso de los animales de compañía, es fundamental la prevención para evitar que sufran golpes de calorsobre todo en el caso de los perros.
Los perros regulan con dificultad su temperatura corporal porque no tienen los mismos mecanismos de refrigeración que los humanos, por lo que las probabilidades de que sufran un golpe de calor son superiores a las de una persona.
La temperatura óptima de un perro es de 38 a 39 ºC. Un incremento de sólo 2ºC en la temperatura corporal del perro puede provocarle un golpe de calor, lo que puede ser fatal en algunos casos.
Consejos para prevenirlos y cómo actuar este verano
Para evitar los golpes de calor, se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Pasear al animal a primera hora de la mañana oa última hora del día.
- Evitar las superficies recalentadas por el sol, para proteger las almohadillas.
- Mantener en buen estado el pelo del animal y vigilar su peso.
- Reforzar la hidratación de la mascota.
- Asegurar una correcta ventilación de los espacios, especialmente si se transporta en coche.
- Reducir la actividad física.
- Garantizar un sitio fresco donde pueda descansar.
- Refrescarlo con agua.
Síntomas de golpes de calor en perros
Hay que estar atento a los síntomas del animal para poder actuar rápidamente. Se debe prestar especial atención a los siguientes síntomas:
- Temperatura corporal alta (más de 40 ºC).
- Dificultad para respirar, y frecuencia respiratoria y cardíaca elevadas.
- Debilidad, dificultad para mantenerse de pie y temblores.
- Vómitos y/o diarrea.
- Convulsiones y/o pérdida de conocimiento.
¿Qué hacer en caso de golpe de calor?
Si se detecta que el animal sufre un golpe de calor, se aconseja acudir rápidamente al veterinario/a. Mientras tanto, puede:
- Mover al animal a un lugar fresco.
- Ofrecerle algo de agua tibia.
- Controlar la temperatura del animal con un termómetro; el objetivo es que baje por debajo de los 40ºC.
- Remojar el animal con agua fría, no helada, para que la temperatura no baje demasiado repentinamente.
- Aplicarle toallas mojadas con agua fresca en la cabeza, cuello, patas, abdomen y tórax.
Consulte a su veterinario/a Cada animal es diferente y cada uno necesitará unas pautas adecuadas y personalizadas a su situación.
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